Pasó nuestra Fiesta Mayor y todos hemos podido disfrutar en función de nuestras preferencias. No obstante, existe un sentimiento común que a la fiesta le falta originalidad. La misma fórmula ha funcionado durante años pero a base de no innovar se vuelve monótona y aburrida.
La Fiesta ha estado marcada por el debate surgido y por una reivindicación que debería hacernos reflexionar sobre el futuro. La elaboración del nuevo programa debería tener su base en la participación ciudadana y replantearnos el modelo (actos, duración, espacios, etc...)
A ICV-EUiA nos parece positivo que surja un debate de ideas y no queremos quedarnos al margen, sino enriquecerlo y enriquecernos con el, y, si existe la posibilidad, encontrar soluciones para convertir la Fiesta Mayor en aquella celebración de la que otros tomaban ejemplo.
